Hace mes y medio, en mi entrada "El incauto Tramposo" denunciaba ciertos errores en el procesamiento y/o corrección de las apuestas en directo por parte de Bet365. En estos momentos creo estar capacitado para ofrecer una teoría sobre cuál era el problema que no debería de alejarse demasiado de la realidad.
Con toda seguridad, el "cambiazo" se producía en el momento de que las cuotas a las que se quieren apostar en el directo cambian. En esos casos hay un mensaje que avisa de que se ha producido el cambio y te coloca en el cupón la nueva apuesta. Si se vuelve a intentar a hacer la apuesta por segunda vez y (casualmente) vuelve a cambiar, la programación del sistema falla y no fija la apuesta anterior al nuevo precio, sino que salta a la siguiente opción al nuevo precio. Ignoro si el fallo se ha subsanado o no; probablemente sí. Es decir, el proceso sería el siguiente:
Ejemplo:
Under 194,5 ?--> error, precio cambiado a 193,5
Under 193,5? --> error precio cambiado a 192 (over, cambiazo)
Over 192?
En ese momento si se vuelve a intentar cerrar la apuesta se está apostando a la opción contraria, y en entre tanto cambio al apostante imperceptiblemente se le puede "colar" la llamada "distinta" por el malogrado Carroll, imperceptiblemente. Creo que el error se producía de forma mecánica y sin en principio ánimo de lucro por parte del bookie. Obviamente la responsabilidad subsidiaria es 100% del bookie, en mi opinión. Con todo, si las apuestas resultaron siempre perdedoras no fue por otra cosa más que porque eran buenas apuestas y así lo demostraba la contumacia del jugador intentando cerrar la misma apuesta, casi a cualquier línea ofertada.
El caso es que para una casa como Bet365 que hace una gran cantidad de apuestas "in running", eventos Live o como se quieran llamar, y especialmente por el hecho de utilizar modelos para todo tipo de deportes, alguno de ellos muy delicados, ha hecho agudizar el ingenio del bookie para ganar alguna ventaja extra.
Las apuestas que se realizan tienen algún retardo, eso es obvio. Se estima en unos 8 segundos frente a una conexión de Red medio decente. Ese retardo tiene sentido en cuando se le debe de dar algo de ventaja al oddsmaker para que cambie las lineas adecuadamente después de un hecho relevante y para compensar retardos en la transmisión televisiva. Especialmente delicado es esto último. Probablemente 8 segundos no sea tiempo suficiente de ventaja sobre alguien que esté a pie de campo, o en su defecto oyendo el partido por una radio local, con el dedo encima de la tecla, cual gatillo, esperando el error. Esta es una técnica considerada fraudulenta por parte del bookie y está sometida a vigilancia y sanción. Sin embargo, en ocasiones es difícil de demostrar y puede ser utilizada temporalmente por algún intrépido lector que sea incapaz de ganar dinero por métodos ordinarios.
El caso es que durante el tiempo de espera se podía producir un cambio en la cuota. A lo largo del tiempo Bet365 ha aplicado políticas diferentes, con dos objetivos, aumentar el volumen de apuestas y disminuir el volumen de fraudes.
Con toda seguridad, el "cambiazo" se producía en el momento de que las cuotas a las que se quieren apostar en el directo cambian. En esos casos hay un mensaje que avisa de que se ha producido el cambio y te coloca en el cupón la nueva apuesta. Si se vuelve a intentar a hacer la apuesta por segunda vez y (casualmente) vuelve a cambiar, la programación del sistema falla y no fija la apuesta anterior al nuevo precio, sino que salta a la siguiente opción al nuevo precio. Ignoro si el fallo se ha subsanado o no; probablemente sí. Es decir, el proceso sería el siguiente:
Ejemplo:
Under 194,5 ?--> error, precio cambiado a 193,5
Under 193,5? --> error precio cambiado a 192 (over, cambiazo)
Over 192?
En ese momento si se vuelve a intentar cerrar la apuesta se está apostando a la opción contraria, y en entre tanto cambio al apostante imperceptiblemente se le puede "colar" la llamada "distinta" por el malogrado Carroll, imperceptiblemente. Creo que el error se producía de forma mecánica y sin en principio ánimo de lucro por parte del bookie. Obviamente la responsabilidad subsidiaria es 100% del bookie, en mi opinión. Con todo, si las apuestas resultaron siempre perdedoras no fue por otra cosa más que porque eran buenas apuestas y así lo demostraba la contumacia del jugador intentando cerrar la misma apuesta, casi a cualquier línea ofertada.
El caso es que para una casa como Bet365 que hace una gran cantidad de apuestas "in running", eventos Live o como se quieran llamar, y especialmente por el hecho de utilizar modelos para todo tipo de deportes, alguno de ellos muy delicados, ha hecho agudizar el ingenio del bookie para ganar alguna ventaja extra.
Las apuestas que se realizan tienen algún retardo, eso es obvio. Se estima en unos 8 segundos frente a una conexión de Red medio decente. Ese retardo tiene sentido en cuando se le debe de dar algo de ventaja al oddsmaker para que cambie las lineas adecuadamente después de un hecho relevante y para compensar retardos en la transmisión televisiva. Especialmente delicado es esto último. Probablemente 8 segundos no sea tiempo suficiente de ventaja sobre alguien que esté a pie de campo, o en su defecto oyendo el partido por una radio local, con el dedo encima de la tecla, cual gatillo, esperando el error. Esta es una técnica considerada fraudulenta por parte del bookie y está sometida a vigilancia y sanción. Sin embargo, en ocasiones es difícil de demostrar y puede ser utilizada temporalmente por algún intrépido lector que sea incapaz de ganar dinero por métodos ordinarios.
El caso es que durante el tiempo de espera se podía producir un cambio en la cuota. A lo largo del tiempo Bet365 ha aplicado políticas diferentes, con dos objetivos, aumentar el volumen de apuestas y disminuir el volumen de fraudes.
- 1) La primera idea fue la obvia: anular la apuesta. Sin embargo, si el bookie espera ganar un 5-7% en cada apuesta normal, claro, eso es perder dinero. Y eso sin hablar de la frustración que produce en el apostante casual el hecho de no poder cerrar sus apuestas repetidamente. Esto motiva a algunos a utilizar medios como el obsoleto teléfono. Además se detectó un segundo problema, más grave si cabe. Durante el tiempo de "espera", el usuario estaba legitimado a cancelar su apuesta, lo que podía facilitar el comportamiento fraudulento. Pongamos el siguiente ejemplo: El apostante está viendo un partido de voleibol en la parte final de un set. Entre punto y punto, apuesta a favor del equipo que saca, con el tiempo calculado para cancelar su apuesta si el equipo receptor no afina con la recepción, si construye mal o hasta si se produce un ace. Este tipo de maniobra es imposible de combatir por parte del bookie, salvo dejando de ofrecer cuotas en esa fase del partido o mejorando la "inteligencia artificial" de su sistema.
- 2) Durante un breve tiempo se modificó el sistema para que si durante el tiempo de espera se producía un cambio en la línea, la apuesta se cerraba automáticamente a la nueva línea. Esto es un completo abuso y se volvió muy impopular, hasta para los avezados punters británicos, que como bien dijo alguien un día, tienen mucha más experiencia que Anja. Sobre todo más experiencia en beber pintas.
- 3) Finalmente se pasó al sistema actual, de reciente incorporación, en el que el sistema es más "pillo". El botón de cancelar no sólo se vuelve inservible, sino que pasa a jugar a favor del bookie. Cuando el usuario cancela la apuesta durante su procesamiento, el sistema lo que hace es congelar la apuesta unos segundos y comprobar el movimiento de la linea. Si la cotización se mantiene o es más baja, acepta la apuesta. Si sube, no ejecuta la operación y le propone al jugador cerrar la apuesta al nuevo precio.