Durante los últimos años, el endurecimiento de la persecución del uso de sustancias prohibidas en el ciclismo no ha conseguido el efecto disuasorio pretendido. La cultura establecida de medicación, el alto nivel de la carrera y las exigencias de los propios recorridos hace que el ciclista siga teniendo que recurrir a medicarse para mostrar un rendimiento competitivo. Nada ha cambiado y aunque la limpieza de este deporte probablemente haya aumentado, los esfuerzos policiales y científicos de los organismos deportivos y de la prensa sensacionalista han conseguido hacer parecer precisamente lo contrario. La única diferencia es que se ha conseguido borrar del mapa a las máximas figuras de este deporte de los últimos 10 años con unas sanciones de dimensiones máximas, provocando una gran desilusión en el aficionado, que anteriormente había admirado las hazañas de estos corredores en carrera, embobado y feliz como un niño en su propio "Matrix". Él es la verdadera víctima de este teatro.
Las clasificaciones se ven más desvirtuadas por las suspensiones por doping que por el mismo uso de estas prácticas. El año pasado se descalificó a Floyd Landis, tras haber hecho una exhibición de dimensiones sobrehumanas (como se demostró) y el beneficiado era Oscar Pereiro, otro corredor bajo sospecha en el marco de la Operación Puerto, lo que provocó que la justicia moral del Tour se mostrara reacia a concederle el triunfo al gallego. Tras la confesión de el bloque casi al completo de Telekom de los años 90 (diez años después), se pretendía eliminar a Bjarne Rijs de cualquier clasificación, cuando el segundo clasificado en el Tour que ganó era un jovencísimo Jan Ulrich, otro talentoso corredor desahuciado por cualquier equipo por su conexión con Eufemiano Fuentes. Estos y otros corredores que pasan ahora por tramposos, derrotaron a la mayoría de sus rivales en igualdad de condiciones, por lo que para mí son legítimos campeones. En la práctica se castiga a unos corredores con penas casi capitales y se deja impune a otros, sin que un observador neutral aprecie que la diferencia de sus actitudes merezca unos tratamientos tan dispares. Más bien parece que todos los corredores se medican mejor o peor y que el azar guía esta caza de brujas en el que la distancia entre el cielo y el subsuelo en una línea demasiado estrecha. Entonces un corredor da positivo y todo son caras largas. "Te tocó, macho".
Por otra parte, es mucho más deseable una medicación controlada por un buen expecialista, que realizada de forma descontrolada y amateur, como sucedió en el caso del malogrado Simpson. En la época dorada del ciclismo, los métodos de detección brillaban por su ausencia, lo que no significa que no existiese el doping. El caso más evidente fue el de Tom Simpson, probablemente el mejor corredor británico de la historia, falleció en 1967 a los 30 años, en el ascenso al Mont Ventoux, cuando iba escapado detrás de Julio Jiménez. Durante los días anteriores había sufrido problemas estomacales y su fallecimiento se considera que fue debido a una mezcla de alcohol, medicamentos, estimulantes (anfetaminas) y el calor reinante en la montaña, superior a los 40ºC. Esto es una hipótesis, ya que los resultados de su autopsia casualmente no trascendieron. Sus mayores triunfos durante su carrera fueron la Milán San Remo, la París-Niza y el Campeonato del Mundo.
El Tour de 1988 fue el verdadero comienzo de la lucha contra el doping, con la realización de controles eficientes. En ese Tour fue sancionado con una penalización de tiempo (finalizó 11º; una sanción de proporciones ridículas en comparación con el castigo mínimo de dos años actual) el melenudo escalador holandés del PDM Gert-Jan Theunisse, que fue “cazado” en dos ocasiones más posteriormente durante su carrera. En ese Tour estuvo a punto de ser sancionado Perico Delgado, a la postre vencedor, que dio positivo por probenecid, una sustancia enmascaradora. Pero la influencia y los esfuerzos del presidente de la UCI, el español Luis Puig, fue decisiva para que esta situación fuese sobreseída por motivos burocráticos, una situación que actualmente sería impensable.
En esa misma época se puso de moda la EPO, una hormona indetectable en aquel momento y que aumentaba el porcentaje de globulos rojos en sangre, pero que por negligencias médicas provocó una lista de fallecimientos prematuros por paro cardiaco en ciclistas centroeuropeos muy jóvenes, la mayoría de ellos amateurs, siendo Bert Oosterbosch (ganador de etapa de Vuelta a España) y Johanes Draaijer los más conocidos. El excesivo caudal sanguíneo les provocaba trombos y desequilibrios circulatorios. Una situación que pasó casi inadvertida en España, a pesar de artículos como el que se adjunta, de Josu Garai en Marca, hasta que en el Tour de 1991, el primero de Miguel Indurain, el PDM abandonó en bloque al sufrir todos sus corredores fiebre y taquicardia. Entre esos corredores estaba Sean Kelly, actual comentarista de Eurosport, y Erik Breukink, un corredor de aspiraciones máximas en ese momento y director de Rabobank en la actualidad.
El doctor Michelle Ferrari, gurú de la medicación deportiva, se hizo muy popular rápidamente. Su máxima era que "no existía el doping si no era detectado" (esto en un paso más allá del "todo lo que no está prohibido, está permitido"), como es legal copiar en un examen si el profesor no se percata. Su habilidad para conseguir este fin, la misma que para esquivar la persecución de la fiscalía italiana, le hizo acreedor de una cartera de clientes muy selecta. Entre otros pasaron por sus manos el flamente recordman de la hora Francesco Moser, Miguel Indurain (aunque solo en sus inicios, posteriormente fue cliente del doctor Conconi), Eugeny Berzin, Gianni Bugno, Pavel Tonkov, Tony Romiger, Abraham Olano, Marco Pantani, Iván Gotti y Lance Amstrong, entre otros. Particularmente su relación con el americano era tan estrecha que incluso le aconsejaba durante las etapas, vía teléfono móvil (!!). Sin embargo, el italiano parece haber ir perdiendo tino en los últimos años, ya que varios de sus últimos pupilos han sido “cazados”: el kazajo Vinokourov, campeón olímpico, dio positivo en este Tour tras detectársele una transfusión sanguínea proveniente de un tercero; Rassmussen se vio obligado a eludir dos controles “por sorpresa” lo que provocó su exclusión de un Tour que tenía ganado, pero en el que nunca debió de haber participado; y al ya mencionado Floyd Landis se le detectó testosterona el pasado año después de lucir el maillot amarillo en los Campos Elíseos.
La medicación generalizada, que trajo como consecuencia la disminución de los errores y los desfallecimientos, condujo a que ganase el más fuerte reiteradamente durante varios años: primero Indurain y luego Amstrong. Por lo que la mayor rivalidad deportiva en el ciclismo contemporáneo probablemente fue la de Ferrari con su alterego español Eufemiano Fuentes. El médico canario empezó a rivalizar con el italiano, especializándose en las autotransfusiones. Por sus manos pasaron otras figuras de primer nivel como Ulrich, Ivan Basso, Beloki, Mancebo, Roberto Heras, Nozal, Óscar Sevilla y Ángel Casero, nombres que han quedado marcados para el ciclismo por su relación con la Operación Puerto y que en la actualidad están apartados de la competición o reducidos en equipos que sólo participan en competiciones de segundo nivel, fuera del UCI Pro Tour. También se asocia a Fuentes con Pereiro y Valverde, al haberse encontrado bolsas de sangre identificadas con el nombre de sus perros, lo que sin ser algo concluyente no deja de ser hasta cierto punto incriminatorio, pese a lo cual ellos sí han conseguido proseguir con normalidad la práctica deportiva.
Las clasificaciones se ven más desvirtuadas por las suspensiones por doping que por el mismo uso de estas prácticas. El año pasado se descalificó a Floyd Landis, tras haber hecho una exhibición de dimensiones sobrehumanas (como se demostró) y el beneficiado era Oscar Pereiro, otro corredor bajo sospecha en el marco de la Operación Puerto, lo que provocó que la justicia moral del Tour se mostrara reacia a concederle el triunfo al gallego. Tras la confesión de el bloque casi al completo de Telekom de los años 90 (diez años después), se pretendía eliminar a Bjarne Rijs de cualquier clasificación, cuando el segundo clasificado en el Tour que ganó era un jovencísimo Jan Ulrich, otro talentoso corredor desahuciado por cualquier equipo por su conexión con Eufemiano Fuentes. Estos y otros corredores que pasan ahora por tramposos, derrotaron a la mayoría de sus rivales en igualdad de condiciones, por lo que para mí son legítimos campeones. En la práctica se castiga a unos corredores con penas casi capitales y se deja impune a otros, sin que un observador neutral aprecie que la diferencia de sus actitudes merezca unos tratamientos tan dispares. Más bien parece que todos los corredores se medican mejor o peor y que el azar guía esta caza de brujas en el que la distancia entre el cielo y el subsuelo en una línea demasiado estrecha. Entonces un corredor da positivo y todo son caras largas. "Te tocó, macho".
Por otra parte, es mucho más deseable una medicación controlada por un buen expecialista, que realizada de forma descontrolada y amateur, como sucedió en el caso del malogrado Simpson. En la época dorada del ciclismo, los métodos de detección brillaban por su ausencia, lo que no significa que no existiese el doping. El caso más evidente fue el de Tom Simpson, probablemente el mejor corredor británico de la historia, falleció en 1967 a los 30 años, en el ascenso al Mont Ventoux, cuando iba escapado detrás de Julio Jiménez. Durante los días anteriores había sufrido problemas estomacales y su fallecimiento se considera que fue debido a una mezcla de alcohol, medicamentos, estimulantes (anfetaminas) y el calor reinante en la montaña, superior a los 40ºC. Esto es una hipótesis, ya que los resultados de su autopsia casualmente no trascendieron. Sus mayores triunfos durante su carrera fueron la Milán San Remo, la París-Niza y el Campeonato del Mundo.
El Tour de 1988 fue el verdadero comienzo de la lucha contra el doping, con la realización de controles eficientes. En ese Tour fue sancionado con una penalización de tiempo (finalizó 11º; una sanción de proporciones ridículas en comparación con el castigo mínimo de dos años actual) el melenudo escalador holandés del PDM Gert-Jan Theunisse, que fue “cazado” en dos ocasiones más posteriormente durante su carrera. En ese Tour estuvo a punto de ser sancionado Perico Delgado, a la postre vencedor, que dio positivo por probenecid, una sustancia enmascaradora. Pero la influencia y los esfuerzos del presidente de la UCI, el español Luis Puig, fue decisiva para que esta situación fuese sobreseída por motivos burocráticos, una situación que actualmente sería impensable.
En esa misma época se puso de moda la EPO, una hormona indetectable en aquel momento y que aumentaba el porcentaje de globulos rojos en sangre, pero que por negligencias médicas provocó una lista de fallecimientos prematuros por paro cardiaco en ciclistas centroeuropeos muy jóvenes, la mayoría de ellos amateurs, siendo Bert Oosterbosch (ganador de etapa de Vuelta a España) y Johanes Draaijer los más conocidos. El excesivo caudal sanguíneo les provocaba trombos y desequilibrios circulatorios. Una situación que pasó casi inadvertida en España, a pesar de artículos como el que se adjunta, de Josu Garai en Marca, hasta que en el Tour de 1991, el primero de Miguel Indurain, el PDM abandonó en bloque al sufrir todos sus corredores fiebre y taquicardia. Entre esos corredores estaba Sean Kelly, actual comentarista de Eurosport, y Erik Breukink, un corredor de aspiraciones máximas en ese momento y director de Rabobank en la actualidad.
El doctor Michelle Ferrari, gurú de la medicación deportiva, se hizo muy popular rápidamente. Su máxima era que "no existía el doping si no era detectado" (esto en un paso más allá del "todo lo que no está prohibido, está permitido"), como es legal copiar en un examen si el profesor no se percata. Su habilidad para conseguir este fin, la misma que para esquivar la persecución de la fiscalía italiana, le hizo acreedor de una cartera de clientes muy selecta. Entre otros pasaron por sus manos el flamente recordman de la hora Francesco Moser, Miguel Indurain (aunque solo en sus inicios, posteriormente fue cliente del doctor Conconi), Eugeny Berzin, Gianni Bugno, Pavel Tonkov, Tony Romiger, Abraham Olano, Marco Pantani, Iván Gotti y Lance Amstrong, entre otros. Particularmente su relación con el americano era tan estrecha que incluso le aconsejaba durante las etapas, vía teléfono móvil (!!). Sin embargo, el italiano parece haber ir perdiendo tino en los últimos años, ya que varios de sus últimos pupilos han sido “cazados”: el kazajo Vinokourov, campeón olímpico, dio positivo en este Tour tras detectársele una transfusión sanguínea proveniente de un tercero; Rassmussen se vio obligado a eludir dos controles “por sorpresa” lo que provocó su exclusión de un Tour que tenía ganado, pero en el que nunca debió de haber participado; y al ya mencionado Floyd Landis se le detectó testosterona el pasado año después de lucir el maillot amarillo en los Campos Elíseos.
La medicación generalizada, que trajo como consecuencia la disminución de los errores y los desfallecimientos, condujo a que ganase el más fuerte reiteradamente durante varios años: primero Indurain y luego Amstrong. Por lo que la mayor rivalidad deportiva en el ciclismo contemporáneo probablemente fue la de Ferrari con su alterego español Eufemiano Fuentes. El médico canario empezó a rivalizar con el italiano, especializándose en las autotransfusiones. Por sus manos pasaron otras figuras de primer nivel como Ulrich, Ivan Basso, Beloki, Mancebo, Roberto Heras, Nozal, Óscar Sevilla y Ángel Casero, nombres que han quedado marcados para el ciclismo por su relación con la Operación Puerto y que en la actualidad están apartados de la competición o reducidos en equipos que sólo participan en competiciones de segundo nivel, fuera del UCI Pro Tour. También se asocia a Fuentes con Pereiro y Valverde, al haberse encontrado bolsas de sangre identificadas con el nombre de sus perros, lo que sin ser algo concluyente no deja de ser hasta cierto punto incriminatorio, pese a lo cual ellos sí han conseguido proseguir con normalidad la práctica deportiva.
13 comentarios:
Efectivamente,el doping en el ciclismo y en otros deportes es bastante anterior a esta època actual.
Aparte del caso del malogrado Tom Simpson,he de recordar que el gran Fausto Coppi,probablemente la mayor leyenda italiana junto con Alfredo Binda,ya utilizaba las auto-transfusiones de sangre,hoy tan perseguidas,y que luego se volvieron a hacer cèlebres en los años 70 con el famoso fondista finlandès Lasse Viren,uno de los màs grandes atletas de la historia y a la vez uno de los màs desconocidos por las nuevas generaciones,el ùnico que ha conseguido 2 veces doblete de 5000/10000 metros en 2 Juegos Olìmpicos,Munich y Montreal,y del que siempre se sospechò que utilizaba este mètodo.
Sin embargo,soy de los que opino que el doping a la larga deja muchas trazas en el ser humano,y si no sòlo hay que ver a muchas de las ex-atletas de la extinta RDA,con sus metabolismos alterados,por no hablar de la famosa muerte sùbita de Florence Griffith-Joyner,aùn recordwoman mundial de los 100 m.lisos,y que siempre estuvo bajo la sospecha del dopaje.
Decir por ùltimo a tìtulo de recordatorio que Tom Simpson,como dice Anja el mejor ciclista britànico de la historia,tiene una sencilla estatua precisamente en el punto en el que muriò camino de la cima del mìtico Mont Ventoux
La verdadera realidad de esta trama. José Tojeiro, ex-ciclista, lo cuenta en este video.
Les echan droja en el Cola Cao
La verdadera realidad de este problema desde mi punto de vista es el siguiente.
Hay un cjto de individuos que se dopan, una serie de personajes que se autodenominan deportistas, que recurren a la trampa para conseguir sus objetivos y sus logros. Los directores y los médicos, cómplices de este engaño al espectador, son partícipes de esta trama tan perjudicial para el deporte.
Desde mi punto de vista este problema tiene una facil solucion: QUE SE DOPEN. Los ciclistas tienen la sarten por el mango, si ellos no consienten que nadie les meta sangre homóloga en su cuerpo, esto se va a erradicar. Si por el contrario quieren morir en la carretera, que se mueran. Es problema de ellos, es su vida, que decidan vivir de una manera sana o que decidan arriesgar su vida por la victoria.
Insisto creo que eliminando los controles sanguíneos conseguiríamos nuestro propósito: COMPETENCIA JUSTA EN LA CARRETERA. Todos compiten en igualdad de condiciones, no hay ni tramposos ni Contadores (tramposos sin descubrir).
Por esa regla de tres ganaría el que mejor médico tuviera, así arriesgaría al máximo sin llegar a la sobredosis... Pero estaría bien, verlos correr a 60 km/h subiendo el tourmalet. Eso sí, como se metieran demasiado del famoso cocktail belga(cocaina, glucosa y agua)de manzano(ex-ciclista que denunció su vida profesional cual yonky de los de cazadora de borrego, en el AS) en vez de ánimos y referencias por megafonía, les iban a tener que poner música bakalao.
Anja ya se que no tiene nada que ver, pero no se donde preguntarlo......
He tenido acceso a los resultados y cuotas de tenis de todo el año 2006 y 07 y me ha sorprendido mucho los resultados obtenidos. Siempre habia pensado/leeido que apostar en contra de los favoritos en primeras rondas en cuotas razonables (2-3) era rentable, sin embargo analizando los datos me sale que haciendo eso a todos los partidos perdería muchisimo, y aun mas si apostara a favor de todos los superfavoritos (cuotas entre 1 y 1,25) en primeras rondas me habría forrado, y eso si que me extraña. ¿que opinas tu? ¿cuchicuotas o underdogs? Gracias
kkalkki yo unicamente apuesto en tenis, y tengo por norma no entrar en apuestas de menos de 1.50. Dicen que lo mejor es entar en las superiores a 2, pero yo en mi record he comprobado que a mí personalmente las que mejor se me dan son las que están entre 1.50 y 1.80. Creo que depende de cada punter.
La distinción que intentas hacer es complicada. Para empezar, deberías quitar de la lista las primeras rondas de Master Series y de Grand Slam. Ahí los favoritos no suelen fallar. También influye el resultado del favorito en pasadas ediciones, para saber si le gusta la superficie y el torneo, si defiende puntos o no...
Otro punto importante es la situación del tornero dentro del calendario.
Te puedo asegurar que entre el final de Wimblendon y el comienzo de Montreal, si alguien hubiera apostado a todos los underdogs, se habría hecho de oro.
Una pregunta, ¿donde has conseguido la información? puede ser interesante.
clay te contesto en tu foro para no llenar de cosas "off-topic" este bolg
Hola Anja,
Sólo quería comentar dos cosas. Primero que hay una errata ya que Breukink no es director de Discovery sino de Rabobank.
Segundo, yo nunca había leido nada de que Pereiro pudiese estar implicado en la Operación Puerto. Aunque está claro que al menos los corredores de Phonak llevaban gasolina super.
Gracias por descubrir la errata. Hay muchas. A veces las descubro yo solo incluso.
El diario italiano aseguró que las bolsas de sangre decomisadas con el nombre de "Urko" en uno de los pisos del doctor Eufemiano Fuentes, imputado en el caso, pertenecían al corredor gallego y publicó una información en la que afirmó: "También Pereiro traicionado por su perro". Pereiro, que siempre rechazó esas informaciones, tomará la salida del Tour de Francia el próximo 7 de julio en Londres con el dorsal 11 tras la eliminación del 1, pese a que todavía no ha sido reconocido de manera oficial como ganador de la ronda del año anterior. (Fuente: el País).
Obviamente es muy arriesgado acusar a nadie de nada con este indicio tan débil, razón por la cual Pereiro denunció a Il Giornale de Milán. Pero hay cosas que son blanco y en botella... leche.
Desde mi punto de vista , la mayor lacra para el ciclismo es la organizacion de cada una de las grandes vueltas.
Como se dijo hace pocos dias, la única manera de reducir de manera considerable el ciclismo sería realizar una "Sentada" general, entre ciclistas, organizadores , patricinadores...., etc.:;, con el fin de llegar a un punto de vista común del ciclismo actual.
Yo tambien estoy de acuerdo con eso de que no se pueden correr etapas de 300 km a base de pollo y arroz..., es evidente que son sumamente necesarios otros complejos vitaminos , proteinas, u otro tipo de ayudas para realizar semejantes hazañas.
Por lo tanto, a grandes rasgos,la clave estaria en reducir en un tanto por cien bastante alto los kilometros por etapa y aumentar las horas de descanso.
Ese es mi punto de vista, pero aqui nos econtramos con el eterno dilema, de que ésta no seria la solucion, ya que por poner un ejemplo , el dopaje existe en todos los ámbitos deportivos, y un ejemplo de ello, serian los 100 Metros en Atletismo. Existe igualmente el dopaje.....
Ya que no puedo editar, ....Puntualizo:
(2ª frase del 2º párrafo: .....
"reducir de manera considerable el dopping, no el ciclismo evidentemente")
Blanco y en basija, leche fija.
ya que hablamos de errores Vasija, con UVE no con B.!!!
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