La empresa proveedora de NETELLER Card nos ha comunicado recientemente que según la normativa relacionada con la red Cirrus/Maestro ya no es posible prestar servicio para estas tarjetas, lo que afecta a su NETELLER Card. Con efecto inmediato, no podrá transferir fondos de su cuenta electrónica a su NETELLER Card.
No obstante, hasta el 2 de mayo de 2007 podrá utilizar los fondos que ya tenga en su Neteller Card. Para evitar posibles inconvenientes, le recomendamos encarecidamente que utilice todos los fondos de su tarjeta antes de esa fecha. Después de ese día, abonaremos los fondos restantes a su cuenta electrónica NETELLER. Es posible que necesitemos varios días laborables, pero no dude de que sus fondos siguen estando seguros. (…)
Gracias por elegir NETELLER.
NETELLER Communications
Hoy es una fecha importante para Neteller. Importante y triste al mismo tiempo. Sus tarjetas de débito dejan de estar operativas en un paso atrás más en su progresivo proceso de desmantelamiento como el que otrora fuese líder mundial de los monederos electrónicos para el comercio online. A partir de hoy sus usuarios no podrán utilizar este método para reintegrar el dinero de sus cuentas: un método rápido, cómodo y sobre todo discreto. Un servicio que era el principal diferenciador con respecto a la competencia y que impulsó sobremanera la popularidad de Neteller.
Los orígenes de Neteller datan de finales de los 90. En principio nace como una respuesta a la necesidad de un medio rápido, práctico y más seguro que las tarjetas de crédito para realizar compras por Internet. El crecimiento de la empresa, unido al desarrollo de la industria del juego principalmente, es brutal. De una única oficina con 20 trabajadores, crece hasta una plantilla de 1000 empleados y representación física en veinte países, datos correspondientes al año 2006.
Sin embargo, durante ese año el Gobierno de EE.UU. comenzó a diseñar una política agresiva contra la industria del juego por Internet. Casi todas las webs de poker o casinos on line están radicadas en paraísos fiscales, por lo que no solo no suponen una pérdida de divisas para el país del Tío Sam, hablando en términos macroeconómicos, sino que ni tributan ni facilitan los movimientos de los jugadores americanos para su tratamiento fiscal.
La primera medida legal de la administración fue comenzar a diseñar una legislación a este respecto: la ley de "Unlawful Internet Gambling Enforcement act of 2006" (ley de Acto Forzado de apuestas Ilegales por Internet de 2006). Básicamente la pretensión de esta ley es ilegalizar el juego de los americanos con empresas extranjeras, incumpliendo los preceptos antimonopolio de la normativa de la OMC (Organización Mundial de Comercio). Acto seguido, comenzó una persecución legal a altos directivos de empresas de juego online en una forma de “terrorismo judicial” para amedrentar a las compañías que operasen con clientes estadounidenses. Las acusaciones de tipo fiscal que se les hacían, tan oportunistas como si de operadores de armas de destrucción masiva se tratasen, también perseguían el objetivo subsidiario de dañar la imagen del juego online. En primer lugar fue procesada la cúpula directiva de BetOnSports, lo que funcionó como advertencia para que el resto de sus colegas de la competencia se alejasen de territorio americano como medida preventiva.
Pero en 2007, las autoridades federales americanas incrementaron su presión en la cadena logística hacia un enemigo más accesible y cercano: Neteller. Los beneficios de Neteller habían sufrido la disminución del comercio provocada por las medidas de bloqueo de la administración Bush, pero lo que no se podían probablemente imaginar es que ellos estaban en el ojo del huracán. Siendo el método preferido para las transacciones económicas entre los ciudadanos americanos y las compañías de juego online, atacar a Neteller era como cortar la vía de suministro. Neteller tiene la ventaja de que es mucho más vulnerable ya que la empresa estaba establecida en Canadá y su situación legal estaba mucho más controlada a nivel de licencias y permisos para su operativa que la de un bookie radicado digamos en las Islas Caimán, al que en la práctica le es suficiente con un permiso para operar en dicho territorio.
Sus dos miembros fundadores Stephen Lawrence y John Lefevre fueron detenidos en el pasado febrero por motivos también fiscales. A pesar de que ya se encontraban desvinculados de la compañía desde hacía tiempo, Neteller capta el mensaje y rinde pleitesía de inmediato. A petición del gobierno de EE.UU. congeló provisionalmente los fondos de sus clientes yanquis por motivos de tipo judicial (situación que se mantiene a día de hoy) y permitió el acceso a las cuentas de funcionarios del Ministerio de Justicia. Esta maniobra dirigida contra el propio pueblo americano condena a Neteller a graves problemas temporales de liquidez y ha seguido el despido de gran parte de su plantilla y la reducción de sus operaciones, hasta desembocar en la situación que abre el artículo. El futuro de Neteller se prevé incierto, lo que está claro es que difícilmente va a recuperar su prosperidad.
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