Diego Chico Corrales falleció el pasado lunes, después de haber tenido un grave accidente en una moto de gran cilindrada que había comprado recientemente, y con la circulaba a mayor velocidad de la permitida en la avenida principal de Las Vegas, ciudad en la que residía actualmente Corrales. Ese fin de semana había acudido al MGM de Las Vegas para asistir al muy esperado combate entre Floyd Mayweather Jr. y Óscar de la Hoya. De la Hoya perdió su cinturón y Corrales, poco después, su vida. Su nombre se une así a una larga lista negra de boxeadores fallecidos por accidente de tráfico, entre los que destacan entre otros el mejicano Sal Sánchez, considerado el mejor libra por libra de su época y que murió invicto, o la más reciente de la leyenda argentina del peso medio Carlos Monzón.
Corrales, hijo de mejicano y negra, tuvo una personalidad controvertida. Como Monzón, estuvo en prisión, como consecuencia de una pelea doméstica con su esposa, con la que posteriormente se reconcilió. Este hecho, que se produjo inmediatamente después de su derrota con Mayweather, le tuvo un par de años apartado del boxeo. Aun así le sobró arresto para volver a campeonar. En el ring su boxeo era un fiel reflejo de su carácter y de su propia vida. Valiente y agresivo, su pegada era destacable, aunque su defensa dejaba al rival demasiadas oportunidades. El excesivo castigo en estas batallas probablemente tuvo como consecuencia recortar su vida útil como boxeador al máximo nivel.
Consiguió ser campeón del mundo en 2 categorías diferentes (supergallo y ligero), aunque en los últimos años su carrera se había oscurecido. A pesar de ser aun joven, 29 años, que para un boxeador es el momento en el existe un equilibrio entre sus facultades físicas y técnicas, la dificultad para dar el peso denotaban cierta dejadez en sus métodos de entrenamiento. Así contra Casamayor perdió por puntos. Recuerdo haber backeado la victoria por puntos de Casamayor a casi @4, ya que Corrales el día anterior no había dado el peso y aunque la pelea se disputaba igualmente, habría perdido el título a manos del campeón olímpico cubano con cualquier resultado. En su última pelea subió de categoría y en esta ocasión las bookies ya le colocaron de dog ante Clottey, que en efecto hizo bueno el pronóstico imponiendo su mayor físico. Sólo el orgullo de Corrales le salvó del KO. El mismo orgullo que mostró en enero de 2001 cuando sufrió la primera de las 5 derrotas de su carrera, la ya mencionada a manos de Floyd Mayweather Jr. Mayweather le sometió a un castigo durísimo y a pesar de caer en varias ocasiones y levantarse cada vez, su esquina tiró la toalla, a pesar del desacuerdo evidente mostrado por Corrales.
Con todo, el momento más recordado de Corrales para los aficionados del boxeo, fue su primer combate con Castillo, un combate celebrado paradójicamente dos años exactos antes de su muerte. Esta pelea fue posiblemente una de las mejores de la historia del boxeo moderno, si no en calidad técnica, sí lo fue en emoción y lucha. Su rival, José Luis Castillo, un bravo fajador mejicano que, según los expertos, en su primer combate contra el invicto Mayweather fue dado como perdedor injustamente por los jueces. Por tanto es el único boxeador hasta hoy que ha podido superar al Pretty Boy, aunque haya sido de forma “moral”. La pelea fue un continuo toma y daca, durísimo, en el que parecía que Castillo aventajaba a Corrales ligeramente por puntos. Su ventaja pareció volverse definitiva en el décimo asalto (ver video), pero la reacción de Corrales fue fuera de lo común. Destaco el hecho de que el arbitraje fue muy permisivo con Corrales cuando escupió el protector repetidamente, lo que le permitió ganar unos segundos para tomar un segundo aire, que pudieron resultar decisivos para el desenlace final de la pelea.
Corrales, hijo de mejicano y negra, tuvo una personalidad controvertida. Como Monzón, estuvo en prisión, como consecuencia de una pelea doméstica con su esposa, con la que posteriormente se reconcilió. Este hecho, que se produjo inmediatamente después de su derrota con Mayweather, le tuvo un par de años apartado del boxeo. Aun así le sobró arresto para volver a campeonar. En el ring su boxeo era un fiel reflejo de su carácter y de su propia vida. Valiente y agresivo, su pegada era destacable, aunque su defensa dejaba al rival demasiadas oportunidades. El excesivo castigo en estas batallas probablemente tuvo como consecuencia recortar su vida útil como boxeador al máximo nivel.
Consiguió ser campeón del mundo en 2 categorías diferentes (supergallo y ligero), aunque en los últimos años su carrera se había oscurecido. A pesar de ser aun joven, 29 años, que para un boxeador es el momento en el existe un equilibrio entre sus facultades físicas y técnicas, la dificultad para dar el peso denotaban cierta dejadez en sus métodos de entrenamiento. Así contra Casamayor perdió por puntos. Recuerdo haber backeado la victoria por puntos de Casamayor a casi @4, ya que Corrales el día anterior no había dado el peso y aunque la pelea se disputaba igualmente, habría perdido el título a manos del campeón olímpico cubano con cualquier resultado. En su última pelea subió de categoría y en esta ocasión las bookies ya le colocaron de dog ante Clottey, que en efecto hizo bueno el pronóstico imponiendo su mayor físico. Sólo el orgullo de Corrales le salvó del KO. El mismo orgullo que mostró en enero de 2001 cuando sufrió la primera de las 5 derrotas de su carrera, la ya mencionada a manos de Floyd Mayweather Jr. Mayweather le sometió a un castigo durísimo y a pesar de caer en varias ocasiones y levantarse cada vez, su esquina tiró la toalla, a pesar del desacuerdo evidente mostrado por Corrales.
Con todo, el momento más recordado de Corrales para los aficionados del boxeo, fue su primer combate con Castillo, un combate celebrado paradójicamente dos años exactos antes de su muerte. Esta pelea fue posiblemente una de las mejores de la historia del boxeo moderno, si no en calidad técnica, sí lo fue en emoción y lucha. Su rival, José Luis Castillo, un bravo fajador mejicano que, según los expertos, en su primer combate contra el invicto Mayweather fue dado como perdedor injustamente por los jueces. Por tanto es el único boxeador hasta hoy que ha podido superar al Pretty Boy, aunque haya sido de forma “moral”. La pelea fue un continuo toma y daca, durísimo, en el que parecía que Castillo aventajaba a Corrales ligeramente por puntos. Su ventaja pareció volverse definitiva en el décimo asalto (ver video), pero la reacción de Corrales fue fuera de lo común. Destaco el hecho de que el arbitraje fue muy permisivo con Corrales cuando escupió el protector repetidamente, lo que le permitió ganar unos segundos para tomar un segundo aire, que pudieron resultar decisivos para el desenlace final de la pelea.
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