La mayoría de los apostantes tienen en el verano unas fechas de menor trabajo, influenciados por el parón de las ligas de la mayoría de deportes. Por este motivo, estos días considero que pueden ser adecuados para hablar de la gestión del dinero (o Money Management). Gracias al periodo estival puedo ganar algo de tiempo para poder entrar mínimamente en materia, ya que la verdad es que el tema es muy amplio.
¿Pero qué es exactamente el Money Management? En palabras, sencillas es tan simple (o tan difícil) como saber qué cantidad arriesgar en cada apuesta y en cada momento para obtener el mejor rendimiento en el largo plazo. Otra ventaja asociada a una gestión automatizada es el que favorece el autocontrol, con lo que de paso, podemos mejorar notablemente en el autodominio (psicología). Es cierto que cuando nuestra disciplina falla también se ve afectada nuestra capacidad para detectar values, pero en este caso siempre hay alternativas, como compartir picks de otros tipsters o esperar la ayuda divina llenándole el cepillo a la Virgen del Pilar.
En todos los problemas en los que existen recursos limitados es necesario una buena perspectiva de tipo económico. Las apuestas no es una excepción.
Nuestro bankroll está limitado. Y acostumbrarnos a hacer recargas es algo que tenemos que evitar. Porque se supone que queremos ganar dinero... No divertirnos. Para divertirnos lo mejor es ver vídeos de La Hora Chanante. ¡Queremos ganar!
Las apuestas buenas están aún más limitadas si cabe, más por la brutal competencia de las malas apuestas, que por el hecho de que haya pocas oportunidades, que no son tan pocas.
El tiempo también los limita, ya que no todo el mundo es profesional de esto y puede permitirse emplear todas las horas que nos proporcionarían un rendimiento máximo. Y no me refiero a que el estudio de las apuestas necesite mucho tiempo, sino a la disponibilidad. Esto es algo que se percibe con gran claridad cuando las cuotas se mueven y el WMG (where the money goes) es más rápido que nosotros. En este caso el riesgo extra que asumimos para obtener un mismo beneficio potencial es el coste de oportunidad de no poder dedicarnos full-time a las apuestas.
La información está limitada. Muchas veces no está disponible, son secretos que sólo se transmiten de boca a oreja; o simplemente son eventos poco atractivos, con escasa difusión. Otras veces el idioma nos limita: el sueco y el cirílico son detestables. De todas formas, no tengo ninguna duda de que en este aspecto el deporte es muchísimo más cristalino que los mercados financieros. Una clasificación es más exacta que los resultados de una empresa; y los tongos que se puedan dar no son nada comparados con las pillerías del tipo de las que cuenta Jesse Livermore en su "Reminiscences of a stock operator". Y lo peor es que las stock options y demás son completamente legales.
Debido a este tipo de limitaciones, la actividad de apostar no es sencilla y no se reduce ni mucho menos a saber si Nadal ganará Wimbledon algún día. Es un problema integral, donde el aspecto económico, el que involucra a la gestión, es un elemento decisivo. Pequeños cambios pueden tener una influencia muy grande en los resultados. No hay tanta diferencia entre un buen tipster y un apostador profesional, lo mismo que no la hay entre el dueño de una frutería familiar y el fundador del Banco Santander.
Durante los próximos días voy a reflexionar sobre un problema introductorio que nos dé una pista inicial sobre el tema en cuestión que tratamos. Pienso que puede ser más didáctico que lanzarse directamente a estudiar estrategias concretas de gestión. Probablemente a algunos les pueda parecer algo demasiado básico, pero en mi opinión es muy interesante, incluso para los tipsters ya iniciados. A esto le dedicaré las próximas 4-5 entradas.
¿Pero qué es exactamente el Money Management? En palabras, sencillas es tan simple (o tan difícil) como saber qué cantidad arriesgar en cada apuesta y en cada momento para obtener el mejor rendimiento en el largo plazo. Otra ventaja asociada a una gestión automatizada es el que favorece el autocontrol, con lo que de paso, podemos mejorar notablemente en el autodominio (psicología). Es cierto que cuando nuestra disciplina falla también se ve afectada nuestra capacidad para detectar values, pero en este caso siempre hay alternativas, como compartir picks de otros tipsters o esperar la ayuda divina llenándole el cepillo a la Virgen del Pilar.
En todos los problemas en los que existen recursos limitados es necesario una buena perspectiva de tipo económico. Las apuestas no es una excepción.
Nuestro bankroll está limitado. Y acostumbrarnos a hacer recargas es algo que tenemos que evitar. Porque se supone que queremos ganar dinero... No divertirnos. Para divertirnos lo mejor es ver vídeos de La Hora Chanante. ¡Queremos ganar!
Las apuestas buenas están aún más limitadas si cabe, más por la brutal competencia de las malas apuestas, que por el hecho de que haya pocas oportunidades, que no son tan pocas.
El tiempo también los limita, ya que no todo el mundo es profesional de esto y puede permitirse emplear todas las horas que nos proporcionarían un rendimiento máximo. Y no me refiero a que el estudio de las apuestas necesite mucho tiempo, sino a la disponibilidad. Esto es algo que se percibe con gran claridad cuando las cuotas se mueven y el WMG (where the money goes) es más rápido que nosotros. En este caso el riesgo extra que asumimos para obtener un mismo beneficio potencial es el coste de oportunidad de no poder dedicarnos full-time a las apuestas.
La información está limitada. Muchas veces no está disponible, son secretos que sólo se transmiten de boca a oreja; o simplemente son eventos poco atractivos, con escasa difusión. Otras veces el idioma nos limita: el sueco y el cirílico son detestables. De todas formas, no tengo ninguna duda de que en este aspecto el deporte es muchísimo más cristalino que los mercados financieros. Una clasificación es más exacta que los resultados de una empresa; y los tongos que se puedan dar no son nada comparados con las pillerías del tipo de las que cuenta Jesse Livermore en su "Reminiscences of a stock operator". Y lo peor es que las stock options y demás son completamente legales.
Debido a este tipo de limitaciones, la actividad de apostar no es sencilla y no se reduce ni mucho menos a saber si Nadal ganará Wimbledon algún día. Es un problema integral, donde el aspecto económico, el que involucra a la gestión, es un elemento decisivo. Pequeños cambios pueden tener una influencia muy grande en los resultados. No hay tanta diferencia entre un buen tipster y un apostador profesional, lo mismo que no la hay entre el dueño de una frutería familiar y el fundador del Banco Santander.
Durante los próximos días voy a reflexionar sobre un problema introductorio que nos dé una pista inicial sobre el tema en cuestión que tratamos. Pienso que puede ser más didáctico que lanzarse directamente a estudiar estrategias concretas de gestión. Probablemente a algunos les pueda parecer algo demasiado básico, pero en mi opinión es muy interesante, incluso para los tipsters ya iniciados. A esto le dedicaré las próximas 4-5 entradas.
2 comentarios:
Estoy enganchado a este blog
¿Es bueno o malo?
Gracias Anja por fin alguien va a profundizar en este tema (al menos eso espero!!).
Ya que estamos.....¿publicas picks en algun sitio además de en Solo apuestas?
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