En lo relativo a los temas que tratamos, existen dos tipos de seres humanos: el ludópata y una persona normal. Físicamente se les diferencia muy bien. Normalmente, el ludópata usa gafas, tiene el pelo cano o esta medio calvo; bebe muchas bebidas alcohólicas y fuma compulsivamente; le gusta el deporte y suele simpatizar con equipos como el Atlético de Madrid o el Cádiz. Pero este tipo de descripción no es que sea muy científica.
La principal diferencia entre un ludópata y una persona normal es su comportamiento frente al riesgo. El ludópata tiene atracción por el riesgo y está dispuesto a participar en juegos de expectativa negativa. En cambio, una persona normal tiene aversión por el riesgo. Alguna vez leí que un 10% de la población tenía tendencias homosexuales. Supongo que dada la dualidad probada entre el sexo y las apuestas podemos suponer un porcentaje similar para las tendencias relativas a la ludopatía.
Supongamos un escenario de este tipo: existe un juego en el que hay un valor esperado conocido. Sin embargo, los payoffs posibles son valores extremos. En esa situación se ofrece una cantidad a cambio de abandonar el juego. Este tipo de proposiciones es habitual en los concursos televisivos. El precursor fue el legendario programa de Chicho Ibáñez Serrador “Un, dos, tres” y ahora lo practica “Allá tú”.
Una máquina, alguien sin corazón, sólo aceptaría abandonar al juego si se le ofrece un premio que coincida con la esperanza del juego o que sea superior. Un ludópata sólo dejaría de jugar si el premio que obtuviese fuese superior a la esperanza del juego. Una persona común, sin embargo, aceptaría un premio inferior a la esperanza del juego debido a su aversión al riesgo. A la diferencia entre la esperanza matemática del juego y el valor mínimo que el jugador estaría dispuesto a aceptar a cambio de asegurar su premio se le denomina risk premium. El risk premium es mayor cuanto más grande sea la cantidad arriesgada, por motivos obvios.
En la curva correspondiente a un jugador normal, con aversión al riesgo podemos distinguir 3 zonas, que aparecen señaladas en el gráfico.
La principal diferencia entre un ludópata y una persona normal es su comportamiento frente al riesgo. El ludópata tiene atracción por el riesgo y está dispuesto a participar en juegos de expectativa negativa. En cambio, una persona normal tiene aversión por el riesgo. Alguna vez leí que un 10% de la población tenía tendencias homosexuales. Supongo que dada la dualidad probada entre el sexo y las apuestas podemos suponer un porcentaje similar para las tendencias relativas a la ludopatía.
Supongamos un escenario de este tipo: existe un juego en el que hay un valor esperado conocido. Sin embargo, los payoffs posibles son valores extremos. En esa situación se ofrece una cantidad a cambio de abandonar el juego. Este tipo de proposiciones es habitual en los concursos televisivos. El precursor fue el legendario programa de Chicho Ibáñez Serrador “Un, dos, tres” y ahora lo practica “Allá tú”.
Una máquina, alguien sin corazón, sólo aceptaría abandonar al juego si se le ofrece un premio que coincida con la esperanza del juego o que sea superior. Un ludópata sólo dejaría de jugar si el premio que obtuviese fuese superior a la esperanza del juego. Una persona común, sin embargo, aceptaría un premio inferior a la esperanza del juego debido a su aversión al riesgo. A la diferencia entre la esperanza matemática del juego y el valor mínimo que el jugador estaría dispuesto a aceptar a cambio de asegurar su premio se le denomina risk premium. El risk premium es mayor cuanto más grande sea la cantidad arriesgada, por motivos obvios.
En la curva correspondiente a un jugador normal, con aversión al riesgo podemos distinguir 3 zonas, que aparecen señaladas en el gráfico.
- una zona inicial (1) en la que el jugador sí está predispuesto al juego ya que perder la cantidad arriesgada no es significativo para él.
- Una zona intermedia (2) donde el dinero arriesgado toma importancia para el jugador y aparece el risk premium.
- Una zona final (3) en la que el risk premium es muy grande ya que la cantidad ofrecida como compensación al juego satisface completamente las necesidades del jugador.
Estas zonas no tienen correspondencia en la curva del ludópata que, por lo general, se muestra más proclive a aceptar riesgos grandes, preferiblemente antes que riesgos pequeños, que no hagan fluir su adrenalina.
11 comentarios:
Si un 10% somos gays, y un somos 10% ludopatas hay un 5% de gays ludopatas¿?
Y que hacen, meten el dinero en bwin ?
ESO SI QUE RIESGO!
no. Un 1%.
10% x 10% = 1%
Ese ludópata que pintas parece una mezcla de Luis Aragones y Mágico González.
tu blog es cojonudo pero tu descripcion de ludopata me parece muy simplista y eso que no soy ni calvo, ni uso gafas ni soy del atletico de Madrid
Yo tampoco veo mucho sentido a la definición ludópata que haces.
Comparándolo a un concurso televisivo, afirmando que si la persona que esta jugando decide arriesgar e ir a por el premio en lugar de quedarse con la oferta que le hace la banca, ya forma parte del sector ludópata.
Os recuerdo que no está perdiendo dinero, sino que es dinero GRATIS que le regalan, con lo cual el riesgo de perder algo suyo no existe? y que hay concursantes que van a jugar y a intentar llevarse el premio gordo.
Que la opción correcta sería evaluar las posibilidades y ver si el premio es el adecuado o esta muy cerca de serlo y de ser así, la mejor opción es plantearse. DE ACUERDO.
Pero de ahí a seguir diciendo que quien no lo hace es ludópata o sintoma de ludópata exageramos.
Es mi opinión.
Yo si estoy de acuerdo. Creo que el sentido de ludópata que le da es que en una situación de decisión, el "ludópata" el riesgo que asume es mayor, o incluso el máximo, respecto a una persona normal.
Está haciendo una comparación, partiendo de las mismas condiciones iniciales, que los dos tipos de personas empiezan un concurso televisivo sin nada ganado, ni nada perdido. Y que al final, en el peor de los casos salen con lo puesto, como afirma Neodani.Pero después de 10000 concursos como éste, lo que creo intenta afirmar Anja, es que el ludópata, acabará arruinado, pero la persona normal, es posible que no.
En conclusión, ludópata llega al final en la zona de "Esperanza negativa" que comenta, y la persona normal no.
Y eso es aplicable al mundo de las apuestas claramente.
Es mi opinión. Saludos ;-)
Darius
Esta semana un "ludópata" llegó a Allá Tú, con dos cajas, una de 1.500 euros y otra de 600.000, en vez de aceptar la oferta de la banca que estaría en 300.000 decidió jugársela.
¿Adivináis qué pasó?
Incorrecto, ganó los 600.000
Exacto Cristian, es un ludópata. Demostración matemática.
Si tiene dos cajas para elegir, probabilidad de cada caja 50%.
Esperanza matemática: 0,5 * 1500 + 0,5 * 600000 = 300750
La banca le ofrece 300000 < 300750
Persona normal cogeria 300000
Maquina sin sentimiento :P 300750
Ludópata se lo juega, gana? si pero...
Saludos ;-)
Exacto Cristian, es un ludópata. Demostración matemática.
Ya lo catálogas como ludópata? pues si que vamos bien, si me bebo un par de cervezas me catalógas como alcoholíco?
No podemos generalizar hasta que no se estudia a fondo a esa persona.
Igual es un momento puntual y no se merece adjudicarle tal nombre.
De ahi mi primer comentario.
Y seguro que alguno esta conmigo que nadie nace sabiendo apostar y que quién mas y quién menos ha empezado perdiendo; Y muy posiblemente en apuestas que ahora las ves y dices pero si tenia claramente experanza negativa (vease jugar por ej. al casino).
Simplemente por ese hecho consideras bien que te nombren y te digan "fuiste un ludópata".
Yo creo que no.
Para saber si una persona es ludópata o tiene tendencia a la ludopatía hay que estudiarla, no por el hecho de hacer o haber hecho tal cosa se le puede catalogar como tal.
Neodani, agradezco tu defensa, pero entiendo que Darius no me llama ludópata a mi sino al amigo que se llevó los 600.000 euros, puesto que él ha dicho:
Exacto Cristian, es un ludópata. Demostración matemática.
Cosa diferente a Exacto, Cristian es un ludópata. En cuyo caso sí me estaría llamando ludópata a mi y yo le hubiera partido las piernas. El maravilloso mundo de las comas y sus malentendidos.
De todas formas, la lectura que yo creo que hay que hacer de la entrada de Anja es que si de forma habitual, tu estás tomando ese riesgo aún sabiendo que la probabilidad va en tu contra eres ludópata. Si por el contrario, te ha pasado una vez pero te das cuenta del error, lo analizas y eres capaz de cambiar esa conducta no lo eres.
No porque te hayas emborrachado un finde en Salou persiguiendo guiris eres un alcohólico.
Ahora, si lo haces cada finde... ojito.
En el ejemplo de Allá tú, la gran mayoría de gente hubiera aceptado los 300.000 con total certeza.
Neodani, mi intención no era llamar ludópata a nadie, nada más faltaria, ya de por sí, si alguien sufre eso es una desgracia y no creo que el término deba ser mentado frivolamente por nadie. Cristian la coma me ha salvado, la has visto bien crack. :)
A mi entender y al hacer la lectura del post, creo que Anja, lo que nos intenta explicar, con el uso del término ludópata, es sensibilizarnos a la hora de los riesgos que se pueden presentar en el decidirse o no por un suceso. Ése término te hace ver, por el significado mismo, esa esperanza negativa que tienes en ese momento de la decisión a favor del evento .
Neodani estoy de acuerdo contigo en lo último comentado por tí: el haber jugado alguna vez a la ruleta no nos hace ser unos ludópatas. Y en lo de las cervezas llámame alcóholico si quieres pero con esta calor... :)
Saludos a todos ;-)
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